Capítulo 27

Grace, aún radiante por la aprobación de Keith a su ideal romántico, se inclinó para recoger una servilleta de lino que había caído al césped, dándole la espalda a ambos momentáneamente. Elara sintió el aliento frío del páramo y el terror helado de Keith susurrar apenas sobre el murmullo del arroyo. Él no movió un músculo, pero su presencia silenciosa era una orden.

—No tienes que preocuparte por el vestido, futura cuñada —dijo Keith en voz alta, dirigiéndose a Grace, pero clavando sus ojos oscuros en Elara—. Es un detalle menor. La gente recordará el sentimiento, no la tela.

Elara se encogió internamente. Él había notado su pánico, su desesperación por eludir la conversación. Y ahora, Keith usaría esa desesperación para tejer su siguiente jaula.

—Podemos simplificarlo todo, Grace —continuó Keith, con un tono magnánimo y servicial que no le correspondía, adoptando el papel de gerente de bodas—. Si Elara quiere un diseñador específico de Edimburgo, me ofrezco a llevarlas a las dos maña
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App