—¡Es hermoso!—digo un tanto maravillada, pero al mismo tiempo algo decepcionada porque en realidad esperaba el collar que el joyero real me mostró hace un par de días y le comente varias veces a mi madre, pero al parecer nadie entendió el claro mensaje que quise dar a entender.
—Era de tu abuela—menciona mi padre y al levantar la mirada hacia él, noto que parece estar más emocionado que yo—es una amatista, una joya muy difícil de encontrar en nuestro reino.
Su comentario genera interés en mí, parece que es una joya poco común en el reino, lo que significa, mayor costo y, por lo tanto, mayor valor. La joya es sencilla y de hecho muy pequeña para los joyas que suelo usar, es una piedra pequeña, casi del tamaño de la yema de mi dedo anular, pero tiene la forma de un corazón lo cual le da un poco más de puntos a su sencillez, es color violeta y en realidad es la primera vez que veo una joya como esta.
—Espero que no sea el único regalo ¿No?—menciono como una broma, aunque en realidad no l