Capítulo 50

La taza estaba caliente entre sus manos y el vapor ascendía lentamente, como si quedara suspendido en el aire un suspiro interminable. Isabela —pero bajo su nueva identidad, “Isabela”— miraba por el cristal de la cafetería, observando la calle donde los coches pasaban y el tráfico urbano seguía su curso sin pausa. Era una mañana cualquiera para muchos, pero para ella todo era distinto. Cada gesto, cada mirada ajena, cada reflejo en el vidrio le recordaba que su vida había cambiado para siempre.

Había aceptado entrar en el pacto con Sebastián, alejarse del pasado, reinventarse, ocultar quién era, huir de la sombra de la familia Millán. Pero, aun así, había algo en su pecho que dolía: la distancia. No era la distancia física —aunque también— sino la que empezaba a crecer silenciosa entre ellos. En esta nueva vida compartida se habían convertido en socios, aliados en una misión de venganza, pero ya no podían permitirse el lujo de convivir en la cercanía sin levantar sospechas. Esa exigen
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App