La primera en reaccionar es Sole que, dejando al bebé en su carrito, corre hasta su amiga para encerrarla en un fuerte abrazo. Luego se suman Tony y Sofi siguiendo su ejemplo, aplastándola con sus cuerpos.
—Deberían habernos dicho que llegaban hoy —les recrimina Tony con el ceño fruncido alternando su mirada entre Lina y Alex.
—¿Y eso, en qué cambiaría? —indaga la joven sonriendo.
—En que estaríamos preparados para recibirlos —se queja el boricua.
—Pero ya no sería una sorpresa —bromea Alex.
—No me gustan las sorpresas —masculla la pelirroja encaminándose para abrazar a Alex.
—Algunas son lindas —le murmura Alex en el oído devolviéndole el abrazo.
—¿Cómo les fue? —cambia de tema Sofi después de abrazar también a Alex.
—Muy bien —responde Lina tomando asiento en una silla detrás del mostrador—. Es un lugar increíble, hasta podría decirse que mágico —exclama.
—Preparo café y nos cuentan todo —expresa Tony yendo hacia la máquina de café, pero se detiene abruptamente—. Mejor Sofi lo prepa