Por Leonardo
Trabajamos en el nuevo proyecto, sin hablar demasiado.
La cabeza me dolía horrores.
Cuando se lo dije, Denis me masajeó la sien.
Sus manos suaves y su perfume fueron amainando el dolor.
Sin dudas fue todo lo que tomé ayer.
-¿Por qué?
Le pregunto por qué se va a casar.
Realmente no creo que le devuelva la sortija.
-¿Por qué, qué?
-¿Por qué te vas a casar con ese tipo?
-No me voy a casar con él.
-Le aceptaste la sortija.
-¿Qué más podía hacer?¿Rechazarlo delante de todos?
-¿Se quedó con vos anoche?
Le pregunto y me doy cuenta que estoy muriendo de celos, mientras espero su respuesta.
-¿Qué? Nooo.
-No te creo.
-Me da lo mismo, pero te hubieses enterado si tu...puta de turno no hubiese gritado tanto.
-¿Estás celosa?
Veo su sonrisa, es casi una mueca.
-Vos lo dijiste, me estoy por casar ¿Cómo podría estar celosa de vos?
Todo es un juego para ella, por eso se disfrazó de fea, por eso aceptó la sortija, y ahora dice que se la va a devolver, recién me dijo qu