Por Leonardo
No quería ir a casa, no puedo llevarle problemas a mi esposa.
Fui a un bar a tomar unos tragos, iba por el segundo vaso, cuando Denis me llamó, pidiendo que fuera a casa, que surgió algo.
Gracias a Dios no estaba borracho.
Me dijo que Angy la llamó.
Me pidió perdón por ser tan celosa.
-Es que me imagino que si la tenés adelante te podés acordar…
-¿Vos te acordás cuando ese hijo de puta te chupo una teta?
-Sí.
-¿Si?
Pregunté temblando y con los puños cerrados.
-Sí y es asqueroso, me dan ganas de escupirlo todo el tiempo.
Un gran alivio vino a mi mente.
-Yo no me acuerdo.
Y no mentía
-Pero yo pienso y no lo puedo evitar.
-Amor, perdón, me acosté con miles de mujeres y te elegí a vos, pensá solo eso.
-¿Con miles?
-Nena, te amo y ahora voy a disolver la sociedad con Ricardo, ya no los vamos a ver más, ni a ellos ni a Belén ¿Estás feliz?
-No
-¿No?
-No, no me gustan como están las cosas, tampoco quiero renunciar a mi parte de la importadora, ni que Angy deje de ir allá porque es