— Es curioso que aunque Carmen no se casó con Marcus y todo su cochino plan fue descubierto para tu beneficio, tú no pareces muy feliz… — Comentó Fernanda de forma muy casual.
— Es porque no todo fue descubierto, por lo menos no de mi parte… — Bastián volvió a girarse hacia la ventana, esta vez bajando la mirada.
— Y te preocupa que Carmen se entere de algo más, ¿cierto? — Afirmó Fernanda con curiosidad, pero Bastián no contestó, solo endureció aún más el gesto. — No deberías subestimarla… Si ella ya se enteró de casi todo lo malo y aun así estuvo de tu lado, ¿no es porque te quiere a pesar de lo que hayas hecho?
— Sí, pero esto es diferente…
— ¿Fue algo que le hiciste con mala intención o con el propósito de lastimarla? — Indagaba Fernanda.
— No, pero…
— Ahí lo tienes, si le explicas, si lo hablan, estoy segura de que todo saldrá bien… — Aseguró Fernanda, cuando unas luces alumbraron la ventana del salón desde afuera.
— Ya vienen por ti. — Bastián se tomó lo que quedaba en el