Carmen bajó la vista con vergüenza y tomó los cubiertos tal como lo hizo Marcus, retomando la cena, recordando todo lo que Marcus le había comprado ese día en que él salió y la dejó sola, para que luego Bastián llegara con la intención de llevársela y luego Marcus los encontró discutiendo.
En ese momento Carmen no lo sabía, pero Marcus se había ido para comprarle lo que para ella era una tienda completa, ropa, accesorios, bolsos, zapatos, maquillaje, artículos personales.
Todo lo estaba descargando un empleado de Marcus cuando este se adelantó y subió solo al apartamento, en busca de Carmen, pero luego de todo lo ocurrido esa noche, fue al día siguiente en que Marcus pudo entregarle los excesivos regalos a Carmen.
— Tienes que usarla, Carmen, ya no eres una empleada, ¿recuerdas?, además… Si luego quieres trabajar en una empresa, debes empezar a lucir como una ejecutiva y este es el primer paso… — Explicó Marcus con un tono lleno de amabilidad, Carmen asintió, sonriéndole, ese hom