ADAM
—Entonces, Darcy—decía mi madre al chico a lado de mi hermano—, dijiste que eres escritor.
—Sí, columnista y cronista—dijo como si fuese un militar temeroso ante su sargento.
—Guao, que interesante suena eso—masculló sarcástico Dominic.
Mi madre le pellizcó un costado.
—Vaya—mamá tomó su copa—, entonces, has viajado a varios lugares
—Aun no lo suficientes, comencé con mi estado, en Luisiana, recorrí todas las orillas del Misisipi, estuve aquí en Chicago, luego de eso me invitaron a Escocia, mi primer país que recorrí solo, también visité Londres, pero solo un poco, ahora estoy esperando la aprobación de mis agentes para ir a Estrasburgo.
—Guao, impresionante ¿también eres fotógrafo?
Se encogió de hombros.
—Tengo un certificado—le lanzó una miradita a Eros—. De hecho, tomé un par de fotografías a Eros.
—¡No, no se las muestres!
—¿Por qué? son muy buenas, eres muy hermoso—hubo un silencio en la mesa, ¿dijo hermoso? ¿este tipo quiere que lo mate o qué?, se aclaró la garganta—, para