Semanas después...
Dimitri y Hayden empezaron a trabajar juntos, tanto que él llegaba súper tarde a casa, y lo peor es que cuando llegaba se tiraba en la cama y se quedaba dormido. En las mañanas, él se levantaba temprano, me dejaba el desayuno y se iba, ni siquiera se despedía de mí y ya estaba aburrida.
Me senté en el sofá de la casa de Kat y la quedé mirando mal. Todo era culpa de ellos, y bueno también mía por convencer a Dimitri.
— Tú se lo pediste, así que no me culpes a mí — me dijo.
Yo puse los ojos en blanco.
— ¿Cómo lo aguantas? — le pregunté.
Ella se sentó a mi lado y me sonrió.
— Es lo que él ama, y yo lo amo, así que no me importa tanto la verdad — me contestó ella.
— Creo que si Dimitri se dedica a eso a tiempo completo, yo me volvería loca. Lo quiero para mí, no digo que lo quiera a todas horas, pero me encanta cuando nos quedamos dormidos en los brazos del otro, y con esto, te juro que yo solo lo siento cuando se acuesta y cuando se levanta — le dije.
Yo me había acost