Valeria mostró el mensaje al equipo. El silencio que siguió fue de hielo.
—Bianca está arrestada —dijo finalmente Carmen—. ¿Quién más podría...?
—Alguien que estaba trabajando con ella. —Marcus revisó su teléfono—. El número al que Bianca envió esos mensajes. André dijo que lo están rastreando. Quien sea que esté del otro lado es quien envió esto.
—Entonces todavía están ahí fuera. —Lucía se abrazó a sí misma—. Planeando algo para esta noche.
Enzo llegó corriendo, con Gabriel y tres costureras veteranas del taller de Madrid. Habían tomado primer vuelo disponible.
—Arrestaron a Bianca. La vi salir del café en esposas. —Se detuvo al ver las expresiones—. ¿Qué pasó?
Valeria le mostró el mensaje. La mandíbula de Enzo se tensó.
—André necesita ver esto. Ahora.
Llamó a André, quien llegó en quince minutos con dos oficiales de seguridad.
—Déjame ver el mensaje. —Lo leyó tres veces—. Esto confirma lo que sospechaba. Bianca no actuaba sola. Alguien más la financiaba, la dirigía. Ella era el ros