Él me observa con una ceja levantada, es como si fuera alguien que está disfrutando de un espectáculo e incluso, se ríe dándome la razón, porque el muy tonto seguramente ha encaminado esta conversación para su propio entretenimiento.
— Vaya, entonces debo prepararme para una demanda por abuso hacia una empleada, así que, dime, ¿Cómo la vas a presentar? ¿Vas a colocar que abusé de mi poder con Brenda Fernández o con Sandra…? ¿me recuerdas tu apellido?— No voy a demandarlo, no es necesario. — digo intentando que se concentre en cualquier cosa menos en saber mi apellido porque no quiero decir mentiras que me cuestan recordar.— Eres extraña, Sandra. Puedes obtener mucho dinero acusándome como lo acabas de hacer, así que, ¿Por qué no lo haces?‘¿Qué rayos quiere de mí?’ me