Sé que no está bien beber con mi jefe, uno con el que tengo ciertas sospechas que están relacionadas a la muerte de Brenda, pero, ahora lo que necesito es no pensar demasiado y si un buen vino va a ayudarme, que así sea.
Por eso, salgo con la fe en que más adelante no me arrepienta de algo así y eso lo confirmo al abrir la puerta, porque el hombre recién bañado y con ropa cómoda que se encuentra frente a mí, me dice que por mucho que alguien no me agrade del todo, puedo tolerar tenerlo cerca de mí al darme una vista así.— Entiendo que no es común que uno este bebiendo con su jefe en el primer día de reintegro laboral, en especial cuando no tenemos una buena relación. — dice mi jefe.— Sí, en eso tiene razón, pero, yo también he tenido un día terrible al punto que no tengo mente para pensar en cosas incorrectas. —