Mundo ficciónIniciar sesiónDe inmediato, corro hacia la mujer que me observa confundido y la abrazo con cuidado de no lastimarla. Sin poder contener mi llanto, dejo derramar las lágrimas que humedecen la ropa de la mujer que tanto he esperado y no he sabido valorar.
— Finalmente despertaste.— ¡Madre, Irina despertó! — es lo que grito de inmediato mientras reviso que ella realmente se encuentre despierta.— No grites, me duele la cabeza. — dice ella y de inmediato la beso pasándole toda la energía posible para que pueda sanar.Por fortuna, ella no me aleja y yo disfruto poder sentir su corazón latir mientras ella se mueve hasta que mi padre estando en un mal lugar, aclara su garganta para interrumpir nuestro beso.— Creo que ya se ha sanado del dolor de cabeza Eydran. — dice mi padre y yo lo observo con enojo.— No molestes, padre.— ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente






