Mundo ficciónIniciar sesiónDos semanas después
Irina sigue sin despertar. Pero, afortunadamente ya pueden darle una habitación normal, porque sus signos vitales han sido normalizados.— Hijo, debes dedicarle más tiempo a tu hija, ni siquiera le has puesto un nombre. — dice mi madre.— No quiero tocarla, lo he arruinado y…— Deja de autocompadecerte, Eydran. La niña te necesita, ¿acaso no te das cuenta de lo importante que es tu presencia en la vida de la bebé. Ya tiene dos semanas de nacida y lo que más quiere es a sus padres.— Aquí estamos, madre. — le digo de inmediato, pero, eso hace que ella niegue y me observe con tanto enojo que prefiero quedarme callado, porque no quiero perturbar el descanso de Irina por una discusión con mi madre.‘Ella tiene razón, la bebé debería ya tener un nombre.’ Me dice Dukki y yo lo observo con enojo, porque






