Dos días después
Lo reconozco todos se han esforzado mucho en ayudarme. Por eso, han intentado recrear nuestros desayunos del pasado y me han hecho ir a la empresa como su secretaria. Pero, ni siquiera eso me ha ayudado y por eso, Eydran sigue indiferente.— Secretaria Irina, ¿ya tiene los documentos listos para la cena?— Sí, señor. Todo está listo. Podemos irnos cuando desee.— ¡Eydran! — grita Rebecca corriendo con dos vasos.— No corras que vas a caerte. — dice Eydran.Como si quisiera ser un terrible y mal chiste, ella se tropieza con sus propios pies y yo lo que hago es abrazar a Eydran sintiendo como el frio liquido moja mi espalda.— ¡¿Qué fue lo que te dije, Rebecca?! ¡¿Cómo puedes ser tan tonta?! — le grita Eydran enojado.— Pero…— ¿Te encuentras bien?— S&i