Estoy loca, de eso no hay duda porque aquí no soy su prometida, si no, su secretaria y las conductas sexuales e intimas están prohibidas en la empresa, sin embargo, esas normas que debo seguir, en este momento no me importan y por eso, continuo con mis travesuras justificando que voy a dejar de trabajar desde hoy.
‘Sí, ya no me pueden castigar por no seguir las normas, si de todas formas voy a dejar de trabajar aquí por ir a esconderme y no voy a ver a mi prometido.’ Me digo mentalmente.Eydran no dice algo sobre lo que hago, pero, sé que lo disfruta por la mirada cargada de deseo y como su respiración ha cambiado. Así que, sigo hasta maravillarme por su torso completamente desnudo y ese miembro que sobresale sonriéndome como si estuviera muy feliz de tenerme con él.Como no tiene intenciones de colgar y yo quiero desestabilizarlo, intento bajarme de sus piernas, pero, él me detiene y ni