Magnus miró al chico en la mesa, se percató de la chica que tenía sosteniendo su mano y supo que aquel joven se encontraba aturdido y nervioso. Sonrió y continuó con la conversación como si nada sucediese.
- Bueno, ¡Supongo que no soy un abuelo convencional…! Massimo me dijo que vives actualmente en Nueva Zelanda. – Dijo Magnus tranquilamente.
- Sí… Ahí es donde vivimos Almendra y yo… Estudiamos leyes. – Dijo Luciano tímidamente ante el escrutinio de Magnus.
- ¿Serán abogados? – Dijo Magnus sorprendido.
- Sí… Ambos estudiamos leyes, ahí es donde nos conocimos… - Dijo Almendra apretando la mano de su ahora novio.
- En esta familia, nadie, nunca había querido ser abogado… ¡Es una excelente y estupenda noticia! Supongo que esto se lo debemos a Moretti. – Dijo Magnus sin pelos en la lengua y con evidente alegría.
- ¿Qué le debemos a Moretti? – Se escuchó una voz a lo lejos de ahí.
- ¡Massimo! Pues le debemos a Moretti que nuestro querido Luciano ahora quiere ser abogado. Yo opino que son ¡