Pietro salió del hospital para reunirse con Darío, el plan de aquel hombre era hacer todos los arreglos para no regresar a Italia, su cabeza estaba hecha un lío, ante todo, ahora que estaba comenzando a recordar, no podía dejar cabos sueltos, debía dejar toda su vida en Italia organizada.
— Darío, me da gusto verte… — Dijo Pietro mientras tomaba un poco de café.
— Señor Pietro, ¿en qué le puedo servir?
— Darío, necesito que hables con Marco Barzinni, necesitamos descongelar mis propiedades, todo lo que tengo en esas cuentas, quiero que pase directo a Paloma Barzinni Ocelotl. Creo que eso no debería ser un problema, él es su padre y no debe negarse, si lo hiciera, ella es legalmente mayor de edad, no es mucho, pero con eso ella puede vivir una vida sin preocupaciones.
— Señor Pietro, ¿qué pretende con eso? Esas propiedades suman una gran cantidad.
— Efectivamente, originalmente esas propiedades y recursos serían para mi esposa de ese entonces y mi hija. No quiero generar polémicas, así