Guadalupe vio la mano de una mujer, el sol quedaba detrás de ella que tuvo que ponerse una mano cerca de los ojos para distinguir el rostro de esta.
- ¡Gracias! ¡Mis piernas se entumieron y no podía levantarme! – Dijo la chica con mucha gratitud.
- Ya no deberías andarte sentando así, ¿Cuánto tiempo tienes? – Dijo la mujer viendo su pancita.
- Tengo… - La chica queriendo responder, pero dudando un poco, toco su pancita y dijo: - Tengo 4 meses.
- ¡Vaya! Aun te falta, pero ya no debes sentarte así, puedes caer y golpear al bebe, se mas precavida.
- ¡Gracias eso haré!
- Vi que estuviste mucho tiempo sentada en este mausoleo. – Dijo la mujer señalando el de su madre y abuela.
- Si, son de mi madre y abuela… Hace mucho tiempo que no los visitaba. – Dijo la chica con un poco de nostalgia en la voz.
- Cuando puedo les quito la hierba del frente y les pongo flores.
- ¿Usted conocía a mis familiares?
- No, pero es una tristeza ver como se van olvidado de las personas que están aquí, además de q