Adrien luego de escuchar lo que acababa de decir Laura, se quedó sin palabras, la cara con semblante pícaro de hace unos momentos cambio completamente a un semblante frío que daba miedo, soltó el abrazo que le estaba dando a la chica y la aparto, como si ella hubiera dicho algo terrible o fuera algo repulsivo.
— ¡Abórtalo! ¡Sácatelo!
Laura no entendió a primera instancia lo que el joven acababa de decir.
— ¿Qué? Te acabo de decir que ¡Vamos a ser padres!
— Y yo te dije que lo ¡Abortes! ¿Acaso crees que estamos en edad para ser padres y jugar a la casita?
— ADRIEN… — Grito Laura sorprendida y molesta.
— Ya te dije, ¡Abórtalo! Si no tienes dinero y no conoces a un doctor, yo te llevo, conozco uno muy bueno y de confianza… — Dijo Adrien tomándola del mentón y viéndola fijamente.
— Adrien, suéltame… ¡Me lastimas! – Dijo Laura quebrándosele la voz y llenándose sus ojos de lágrimas.
— Te lo digo y te lo repito, ¡Aborta o yo te haré abortar! ¡Yo no quiero un maldito hijo a esta edad!