Paloma estaba recostada en la cama, revisando sus redes sociales, cuando de pronto llego un mail, este provenía de Massimo Pellegrini. La chica sintió una punzada en el estómago, el cual se disipo instantáneamente, ¡Aquel mal nacido se atrevía a escribirle! ¿Cómo podría? ¿Qué le estaba dando el valor para hacerlo?
“Hola Paloma
Sé que a estas alturas ya sabes la verdad. Solo quiero que sepas que tú eres mi sobrina y lamento si en algun momento te vi de otra manera, pero quiero que sepas que te quiero conocer y tratar.
Tú eres hija de mi difunto hermano, eres una Pellegrini y nada nos gustaría más que formes parte de nuestra familia, debes saber que siempre las buscamos, pero nunca pudimos localizarlas, tú y tú madre, son lo único que nos queda de Pietro, no quiero perder contacto contigo.
Saludos, Massimo”.
Paloma al leer el correo que este hombre le había enviado, sintió molestia, ella era pequeña, pero, aun así, recordaba cuando un desconocido señor diciendo ser su abuelo, intento apa