En uno de los jardines de la Universidad de Cambridge en Londres, un elegante joven de 20 años caminaba altivo rumbo a la clase de economía, cuando fue abruptamente interrumpido en su andar por el sonido de su móvil, busco en su mochila y contesto la llamada:
- ¡Hijo mío, necesito que vengas a casa! – Se escuchó la voz de una mujer.
- ¡Mamá! ¿Nuevamente te has peleado con mi padre? – Dijo el joven poniendo los ojos en blanco.
- ¡No Luciano! Es algo mucho peor, Marco Barzinni ha regresado a Italia y ¡Quiere tomar las riendas de la compañía!
- ¿Es el tal Barzinni del que siempre me hablaste?
- ¡Si hijo! ¡Tu padre es un idiota, él le ha dejado entrar a la compañía, así como así!
- ¡Madre tu conoces a mi padre! Él no toma ninguna medida a menos que sea necesario ¡Cálmate! Además, no puedo ir ahora, estoy en una temporada de exámenes.
- Pues reprográmalos, ¡Te necesito aquí! Recuerda quien fue la que abogo para que tú te fueras tan lejos a estudiar.
Luciano Pellegrini era la viva imagen de