POV DE REYNA
Me senté al borde de mi cama, sosteniendo el borde suave de mi vestido entre mis dedos. La habitación olía al spray de lavanda que las mucamas usaban cada tarde. Se supone que calmaba a la gente, pero hoy no hacía nada por mí. Mi mente seguía repitiendo la cara de Jessica en el café, esa sonrisa fría, ese leve giro de su cabeza, como si me dijera sin palabras: Todavía no entiendes nada, Reyna.
Odiaba esa sensación. Necesitaba algo real. Algo que pudiera sostener con mis manos. Algo que Nicholas no pudiera ignorar con sus palabras calmadas.
Nicholas estaba de pie junto a la ventana, mirando el jardín. Tenía el saco quitado y las mangas arremangadas. Siempre parecía ocupado, incluso cuando estaba en silencio. Cuando se dio la vuelta y me vio mirándolo, levantó la ceja.
“Estás callada,” dijo. “Demasiado callada.”
Forcé una sonrisa tensa. “Solo… quiero despejar mi mente. Creo que saldré a comprar algunas cosas. Tal vez frutas. Respirar un poco.”
“¿A comprar cosas?” repitió, c