SIENNA
De repente, un sentimiento de culpa atraviesa mi corazón. Massimo no lo sabe, no está preparado para un ataque y ahora todo está en mis manos.
Observo de nuevo la fiesta. Las personas se ríen, bailan y disfrutan al ritmo de la música. Todas y cada una de ellas ajena a lo que se avecina. Pero eso no es lo que más me asusta. Lo que en verdad me pone a temblar es que estoy de acuerdo con eso.
Todas son personas malas. Son asesinos, mafiosos y traficantes. Líderes de clanes a los que llaman “familia”, pero no durarían ni un segundo en eliminar a uno de ellos si es que los beneficia.
En el fondo, todos son unos traidores, y yo… Yo no soy la excepción.
Estos hombres han acabado con mi vida. No soy parte de ellos y jamás lo seré. Este anillo que llevo en mi mano no representa nada para mí. Y por supuesto, tampoco para Massimo.
Yo no soy relevante para él, jamás lo he sido. Solo evidencio desprecio de su parte e irritación un par de veces más. No le debo nada a él ni a su clan. No cuan