33
Gabrielle Smirnov
Mis pies se mueven en la orilla de la piscina, Izan y yo aún estamos desnudos mirándonos el uno al otro.
Bebo un poco de vino, mientras pienso en cómo haré para que mi padre acepte mi romance con el hijo de Alexander Russo. El italiano sonríe mientras agacha la mirada, mi corazón se ha vuelto desenfrenado desde que él está en mi vida.
—¿Qué fue lo que me dijiste, cuando hacíamos el amor? —frunzo las cejas.
—¿Los gemidos o las palabras en concreto? —juego con él.
—Sabes bien de que te hablo, la palabra con «T»—apoyo mis manos en el borde para salir. Mañana en la tarde, debo entregarle toda la tesis a mi profesor encargado, así que es mejor que vaya a descansar ya. Me coloco mi vestido de rapidez. Izan hace lo mismo sin dejar de mirarme.
Recojo mi cabello en una coleta, antes de salir, el italiano me pega a la pared para volver a besarme. Meto mis dedos en las hebras de su rubio cabello, todo de él me encanta, todo de él me vuelve loca. Es tan maravilloso sentirse d