Más de ti (2da. Parte)
La misma noche
Atlantic City
Lance
Lo que comenzó como una caminata sencilla por la ciudad fue como dar una ojeada a lo que seríamos como novios. Para sumarle a la sensación, obtuvimos el contrato. Una excusa perfecta para celebrar, para estar más tiempo cerca de ella, para seguir sintiendo esa química que, por más que intentaba ignorar, se intensificaba a cada paso.
Pero no previne quedarme desarmado. No por su risa ni por su cercanía… sino por su pequeño interrogatorio sobre mi vida privada.
No estaba preparado. Nunca lo estoy. He aprendido a guardar mis cosas, a enterrarlas en lo más profundo, donde nadie tenga acceso. Pero con Karina… no sé. Había algo en su forma de mirarme, en cómo fruncía el ceño cuando algo no le cerraba, o en cómo apretaba los labios cuando le daba una respuesta ambigua. Esa mirada tenía una forma extraña de traspasar la coraza, de arrancar verdades que ni yo sabía que quería contar.
Y lo hice. Por primera vez en mucho tiempo, lo hice. Dejé que algunas heridas