Liam

Al día siguiente, rompí con mi rutina matutina por una causa que, por primera vez, no estaba relacionada con un contrato multimillonario. Mi destino era Gleam's, el epicentro del caos creativo de Isabel. Me aseguré de ir vestido con mi armadura habitual: traje azul marino, corbata inmaculada. Necesitaba el rigor de mi atuendo para compensar la absoluta falta de control que sentía al cruzar el umbral de su mundo.

Claire me recibió con una sonrisa discreta. Su despacho estaba en un estado de efervescencia controlada; mesas llenas de bocetos, pequeños crisoles humeantes y la luz de la mañana refractándose a través de diamantes sin montar. Era lo opuesto a mi oficina de cristal, y por eso mismo, el único lugar donde podía enfrentar mi propia vulnerabilidad.

Isabel estaba inclinada sobre su mesa de trabajo, con el pelo recogido y gafas de protección apoyadas en la frente. Vestía una blusa blanca salpicada con alguna mancha de pulido. Cuando levantó la vista y me vio, su sonrisa se amp