Ya era de noche, cuando Beth se levantó de la cama del aparthotel que Tomás había alquilado para el fin de semana, con la intención de llevarla allí, y lo había conseguido. Eso es todo lo que quería llegar a ella.
Caminó por la habitación medio torpemente porque estaba desnuda, buscando algo para cubrirse. Se rió.
¿De qué te ríes?
__De torpemente conmigo, después de todo lo que hemos hecho y cómo he visto este maravilloso cuerpo de la cabeza a los hechos.
__Posso nolo creo, pero soy tímido, chico.
__Percebe, y a y llámame, chico. Me siento como un bebé llorando cuando me llamas así.
Ella se rió divertida, con una camiseta negra suya, que se parecía más a un vestido.
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