Capítulo 88– Solo Tengo Ojos para Vos
Nicolás Martínez no era un hombre que se distrajera fácilmente.
Especialmente desde que tenía a Anahir Montes en su vida.
Y más aún desde que su matrimonio, que empezó como un acuerdo, se había convertido en su refugio, en su destino, en su verdad.
Por eso, cuando la arquitecta senior Virginia Bertozzi comenzó a buscarlo con más frecuencia de lo habitual, él no pensó mal.
Al principio.
—Nicolás, ¿podés venir un momento? Creo que algo no cuadra con la pendiente del sector ocho —le dijo una mañana, justo cuando él salía de una reunión con los obreros.
Él la miró.
—Eso se resolvió ayer en el comité técnico. Anahir lo aprobó junto con los ingenieros. Está todo en los planos.
—Sí, pero… no sé, me pareció que visualmente hay algo extraño. ¿Me acompañás a revisar?
La forma en que lo miró no fue la de una duda técnica.
Fue más bien un pedido disfrazado.
Un acercamiento innecesario.
Pero Nicolás, con la cortesía que lo caracterizab