Capítulo: La Mesa Donde Empezó Todo
Sol se miró en el espejo del baño del showroom antes de salir. No se había maquillado ni había pensado en impresionar a nadie esa mañana, pero ahora algo le temblaba bajo la piel. No era nervios. Era entusiasmo. Ese que solo se enciende cuando sentís que algo empieza y todavía no sabés qué nombre ponerle.
Bruno ya la esperaba abajo. Estaba apoyado junto al marco de la puerta de salida, el casco colgando de una mano, la otra revisando el celular. Al verla bajar, sonrió como si la hubiera estado esperando toda la vida.
—¿Lista? —preguntó.
—Lista.
Caminaron unas cuadras hasta un restaurante sencillo, con mesas bajo una pérgola cubierta de enredaderas y sombra justa para no derretirse con el calor carioca. Bruno se adelantó y le corrió la silla con un gesto tan natural que a Sol se le escapó una sonrisa.
—Caballero y todo.
—No sé hacerlo de otra forma.
Se sentaron frente a frente.. El lugar olía a pan recién casero y albahaca. Pidieron sin muchas