Capítulo – Donde la sombra toca la puerta
El edificio Cinco Estrellas estaba en pleno auge.
La estructura se alzaba con fuerza hacia el cielo.
Gritos de obreros, el zumbido constante de herramientas eléctricas, el vaivén de planos y decisiones flotaban entre el polvo y el concreto como parte del alma misma de la construcción.
Nicolás Martínez caminaba entre todo ese caos con paso firme, casco blanco bien ajustado, camisa arremangada y mirada calculadora. Ya no era un capataz. Era arquitecto. Y ese proyecto, que alguna vez fue símbolo de traición y ruina, hoy crecía piedra sobre piedra como señal de redención.
Anahír y él trabajaban codo a codo en cada detalle.
Ella venía a la obra cada vez con más frecuencia, ahora que las mellizas estaban más grandes y podían quedarse con la niñera.
Su vida familiar era tranquila, una calma merecida después de tantas tormentas.
Nicolás saludó a uno de los inversores que había venido a ver los avances y dio indicaciones al jefe de obra. Todo parecía m