Capítulo – Ladrillos, Latidos y Lazos Nuevos
Nicolás Martínez seguía trabajando como capataz le gustaba y la gente respondía a sus órdenes con respeto ,nada había cambiado,, siempre con la misma humildad , pero con una sonrisa que ya no se le borraba del rostro. Anahir, por su parte, había comenzado a ir medio horario a la obra. A veces se quedaba un poco más, porque su pasión por el proyecto era más fuerte que cualquier restricción. Aun así, el papi Nico no la dejaba ni caminar sin supervisión. Vigilaba cada paso como si cuidara un tesoro.
El proyecto Cinco Estrellas iba excelente. No hubo más nada, ni nadie, que lo retrasara. Cada ladrillo colocado, cada viga ajustada, cada capa de yeso era un pequeño triunfo. No solo profesional. Era un símbolo de lo que habían logrado juntos, contra todo pronóstico.
Llegó el día de la ecografía estructural. Nicolás estaba más nervioso que Anahir. No dejaban entrar más que al padre, pero grabaron todo en vivo. La emoción quedó plasmada para sie