Capítulo – El Último Día de Castiglioni
Fabricio Castiglioni se miró al espejo roto del baño.
El agua fría todavía le chorreaba por el cuello.
Se había peinado con las manos, acomodándose como podía el cabello desprolijo.
La camisa blanca, arrugada y un poco amarillenta, era lo mejor que le quedaba después de haber vendido medio departamento.
—No importa —murmuró, sonriendo torcido—. En Brasil todo va a ser distinto.
Se había puesto también un pantalón negro gastado y unos zapatos que alguna vez brillaron en las oficinas del Cinco Estrellas.
Todo eso era pasado.
Lo que importaba ahora era el futuro.
Un futuro que, en su mente enferma, todavía era brillante.
—Allá soy ingeniero —se decía mientras se ajustaba el cinturón—.
Allá nadie sabe quién soy.
Falsificara títulos.
Inventaría obras.
Se construiría una nueva vida, como siempre hacía.
Fabricio Castiglioni era un sobreviviente.
Y esta no iba a ser la excepción.
Pipo lo esperaba en la puerta de la casa azul, fumando nervioso.
—¿Estás