Capítulo – La Verdad que Aún Falta
El sol de la mañana entraba por la ventana de la cocina de la obra , tiñendo todo de un dorado apacible,las nubes grises se habían ido
Pero dentro de Anahir, no había calma y no sabía porque se sentía así.
Había llamado a sus padres y la habían invitado a ir el fin de semana próximo.
Silvia había llegado temprano, agitada, con el teléfono en la mano.
—¡Lo atraparon, Ana! —dijo casi sin aire—.
¡A Fabricio! ¡Está preso! ¡Y Fátima recibió una citación judicial!
¡Nicolás lo logró! ¡Movió cielo y tierra todo el fin de semana!
Anahir la escuchó en silencio.
Sintió el golpe de las palabras en el pecho.
Sintió una oleada de emociones, alivio, incredulidad, respeto...
Y también, una tristeza que no sabía explicar.
Silvia hablaba y hablaba, contándole los detalles.
Cómo Nicolás había trabajado sin dormir.
Cómo había presionado a los abogados.
Cómo había buscado pruebas, contratado detectives, perseguido hasta el último rastro de