Capítulo – La Renuncia y la Verdad
El lunes amaneció con un cielo gris,parecía un día perfecto para los cierres.
Y para las verdades.
Anahir había llegado temprano a la obra, sola, con el corazón endurecido tras el golpe de la noche del viernes. No quería entrar en su oficina ,le daba bronca recordar lo que vio .No quería palabras de consuelo. No quería excusas. Debía entrar a buscar sus planos ,quería salir corriendo.
Apenas acomodó sus cosas, un golpe seco sonó en su puerta.
Era Virginia.
Entró despacio, la mirada baja, el corazón en un puño. Cerró la puerta tras ella con un suspiro tembloroso. En una mano, sostenía un sobre blanco. En la otra, el peso de todas sus culpas.
Anahir la observó en silencio, fría, impenetrable.
—¿Qué querés? —preguntó, sin disimular el filo en su voz.
Virginia tragó saliva.
No esperaba indulgencias. No las merecía.
—Vengo a presentar mi renuncia —dijo, acercándose con pasos torpes—. Y... a decirte la verdad.
Anahir ni siquiera estiró la mano para tomar