18:10 hs. - Zamira.
—Eres un sol, Aurita. No sabes el favorazo que me estás haciendo.
—Espero que merezca la pena, Zamira, no sabes la bronca que me acaban de echar...
—¡Lo siento! ¡Te juro que te lo voy a pagar! Necesitaba hacer este viaje...
—En fin... ¿Ya estás en el tren?
—¡Sí! Hace una hora que salimos. Ya estoy de camino.
—Bueno... Espero que este familiar tuyo sepa valorar lo que estás haciendo por él, porque vaya tela...
—Lo va a valorar, te aseguro que lo hará.
—Esperemos que sí. Te dejo, Zami, que empiezo el segundo turno.
—Que te sea leve, Aurita. Y gracias de nuevo.
—Chao.
Ya muchísimo más tranquila, colgué la llamada y guardé el móvil en el bolso. Mi amiga Aura había conseguido cubrirme en el traba