Valentino
Observo lo que tengo en mis manos. Son fotografías en las que aparece Hazel, cada uno de sus movimientos, de todo lo que hace, toda la información acerca de ella esta inscrita en ella. Incluso sus citas médicas.
A este punto me preocupaba la seguridad de Hazel, y no era una buena idea mantenerme cerca suyo. Esos hombres me habían hecho amenazas, tenían toda su información. No podía arriesgarme.
—Señor Valentino hemos dado con la ubicación IP de quienes enviaron las fotos ¿quiere que los rastreemos? — Pregunta Caterina.
Hago un gesto con la mano.
—Haré una llamada primero —le respondo.
Marco el número de mi padre, pero solo faltan unos segundos para que su imagen atraviese la puerta de aquella oficina.
—¿Me necesitabas? —dice él.
Me acerco a su lado.
—Si.
—Te dije que sería peligroso jugar con esos tipos.
—Quiero que me respondas si te pondrás de mi lado, y me ayudaras a proteger a mi familia.
Mi padre pasa de largo. Se recuesta en una de las mesas en las que se almacenan las