Su mirada se fija en la mía, expectante a que responda a su pregunta. Un incómodo silencio se ha creado entre los dos y aún no he respondido nada.
—Por favor dame una respuesta Hazel —su voz se suaviza.
—Si —respondo al instante.
Él parece no creer mi respuesta, su rostro se ilumina como si fuese lo más maravilloso que le hubiesen dicho. Mis piernas me tiemblan, mis manos igual. Nunca había imaginado que algo como esto pudiese sucederme, nunca imagine encontrarme a una persona como él en mi vida desastrosa.
—¿Lo dices en serio? —pregunta sin salir del asombro.
Asiento a su pregunta.
Una sonrisa se dibuja al instante en su rostro, me abraza con fuerza y me quedo inmóvil ante su acción mientras que lo escucho susurrarme dulcemente en el oído una y otra vez.
—Gracias, gracias.
—Yo soy la que debe agradecerte, gracias por estar para mí.
Valentino se despega de mi para tomarme por el rostro delicadamente, sus ojos azules claros parecen ahora trasparentes, creo que son lagrimas las que se h