33. Nueva vida
Augusto
Salí para hablar con el médico, mientras se quedaba Isa, con mi nieto. Las probabilidades de que despertará eran casi nulas, pero los milagros existen.
Antes de entrar a ver a Franklin, me comuniqué a la empresa y verificar que todo va en orden; además de tomar un tiempo para tomar mis medicamentos y solicitar una revisión general para mi.
Todo este estres me ha afectado bastante y creo que las medicinas ya no están haciendo efecto. Así que si quiero que mi cuerpo me sirve un tiempo más, lo mejor será cuidarme.
Lo que nunca imaginé al regresar a la habitación de mi nieto, fue escuchar a mi propia hija defender a la responsable de que Franklin este en esa cama. ¿Qué clase de hija crié?
—Debes estar bromeando, soy tu única hija...
—Eres una ingrata, mala hija y mala madre, es lo único que eres, ahora largate de aquí y deja de mortificar a mi nieto. Desde ahora tu no vales nada para nosotros.
—Estoy no se va a quedar así, no sabes en lo...
—A mi no me amenazas, sin mi y sin mi