Kayla se ha quedado en shock, sin saber qué decir. Con su rostro inexpresivo. A su mente llega tan rápido el recuerdo de esa vez que estuvo con él que de nuevo el miedo volvió a su cuerpo. Intentando quitar su mano de la suya. Esperando romper ese contacto tan cercano del que no se había dado cuenta.
Él se percata de lo que ella está intentando hacer y agarra su mano con más firmeza.
—Lo digo en serio. No creas que lo digo con otras intenciones. Te recuerdo que no volveré a tocarte ni nada por el estilo —expresó Hades con sutileza.
Kayla sigue sin decir nada. Su mente no logra carburar ninguna palabra. Su lengua se ha vuelto pesada como si estuviera encima una enorme roca.
—Este… yo —tartamudea Kayla sin apartar la vista de esos ojos verdes.
—En serio, Kayla… —Se detuvo por unos segundos. —Te necesito —rogó Hades poniendo ojos de borrego a medio morir. Llevando la mano de ella hasta su pecho, colocando su palma ahí. —Puedes sentir cómo mi respiración está acelerada. Es e