Río divertido por el grito de mis compañeros y los vítores que le siguen. Parece que están tan cómodos celebrando que no se dan cuenta de cuando mis tutores han salido de la oficina del director. Quisiera ir con ellos y agradecer su ayuda, pero pasar el tiempo con mis compañeros de clases y ganar popularidad tienen prioridad sobre hablarles. Sin embargo, ellos son los primeros en salir en mi defensa y no sería muy justo dejarlo como esta. Asi que dejó de lado a todos y me acercó a ellos, y por respeto a mi decisión, sólo se quedan viendo a lo lejos.
—¿Salió todo bien? —. Pregunto con inocencia fingida.
Tanto Mena como Gio se sorprenden por mi actuación, de hecho, no dicen nada al principio y sólo se quedan viendome a los ojos con impresión y lo que parece nostalgia.
Me extrañan esas caras en ellos, sé que pudieron completar el encargo con total éxito porque ellos no se atraverían a presentarse ante mí con un fallo, además, confío en ellos más que en cualquier otra persona en