—Archer, ¿si pudiste con los ejercicios que dejé? —Pregunta Shala, quizás preocupada por mi rendimiento académico.

—Con una chica tan dulce ayudándome, ¿Tú crees que voy a permitir que mi rendimiento académico baje? —Pregunto acercándome a ella con una sonrisa astuta —. No te preocupes, me fue muy bien. —Digo coqueto con ánimos de molestar a mi amigo un poco más.

Obviamente él no va a decir nada porque se da cuenta de que es una broma por mi sonrisa que me delata, aún así la toma por los hombros y no la aleja de él. Mis sirvientes interpretan su acción como una afrenta en mi contra, y antes de que hagan algo, decido detenerlos con un gesto. No permitiré que le hagan algo sólo porque “ofendió”. Es mi amigo y solo estoy bromeando con él, sobre todo cuando él no se da cuenta de lo que siente por ella, y viceversa.

—Me alegra ver que te pude ayudar aunque sea un poco. —Dice aliviada y se sorprende cuando abro la puerta —. ¿Vives en un apartamento dentro de tu castillo?

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