Cuando abro los ojos me doy cuenta de que me desmayé. Murmullos familiares se escuchan al otro lado de la puerta de mi habitación, y mientras intento sentarme, llevo una mano a mi cabeza debido al dolor fuerte que siento en esta.
Es obvio que el shock de volver a escuchar su molesta voz junto con la confesión hizo que me diera un ataque de pánico. Soy consciente de que estas cicatrices mentales van a llevar un tiempo curarse, y empujar los molestos recuerdos al fondo de mi mente no es la solución, así que enfrentar esto con un paso a la vez es lo único que puedo hacer. A partir de ahora, tomaré precaución cuando deba saber alguna información sobre la investigación, porque no debo volver a preocupar a todos.
Junto a mi cama presionó el botón para llamar por ayuda, entonces por mi puerta aparecen Gio y Mena, Beatrice y Johan, Theo y Derrick, y todos los demás sirvientes de la casa que cambian en mi habitación. Por supuesto, el hecho de que todos intentarán entrar impidió el paso del