Gio no lo quiere admitir, pero está más que emocionado de ir a la habitación de Mena. Cuando llegó el tipo al edificio ella inmediatamente dejó su trabajo de lado, puede entender y soportar hasta cierto punto, pero no que ella llegue hasta el punto de abandonar la seguridad de Archer y eso es algo que va dejar en claro hoy.
Revisa la forma en cómo está su ropa, dándose cuenta de que su atuendo no es el apropiado para acercarse a Mena. Por lo que llega a su habitación primero para ponerse “presentable”, porque sabe que tiene que intimidarla lo suficiente para que esto no vuelva a ocurrir. Se quita tanto la corbata como la segunda pieza de su traje que cubre su pecho, libera algunos botones para dejar su pecho a la vista y se recoge las mangas dejando a la vista sus tatuajes.
Al verse al espejo se siente satisfecho. Pero no puede evitar un toque de nostalgia al ver sus tatuajes. Cuando decidió que serviría a la familia Miena, quiso quitarlos y volver a empezar. Pero el señor Archibald