Entré a la oficina de Tom sin llamar a la puerta. Lo vi involucrado con varios papeles sobre la mesa. Un ojo morado lleno de maquillaje para intentar disimularlo y una nariz muy hinchada con una venda blanca cuidadosamente puesta, sin duda en un hospital.
- Qué placer conocerte por aquí, ex mujer . – dijo apenas mirándome.
- Alguien te fastidió. – me burlé. “Y cómo desearía estar allí para verlo.
Detuvo todo y me miró:
- Supongo. Pero apuesto a que Joana también te hizo daño esa noche. Y es culpa de Nicolás.
- ¿De verdad crees que ponerte en mi lugar al frente de tu negocio me perjudicaría?
- No fue para lastimarte. Voy a acabar con Nicolas Welling y su tranquilidad en este puto lugar. Solo me iré de aquí cuando destruya su pequeño mundo.
- ¿Por qué?
- Porque me llamó... Me persiguió... Para robarme a mi esposa.
- Tom... Si no fuera por esta forma, nos habríamos separado así como así.
- Me traicionaste.
- Y nunca me traicionaste, ¿verdad? Está bien, lo siento, Tom. No sé exactamente q