Le quité la camisa y observé su pecho desnudo en la tenue luz de la noche. Pasé mi lengua lentamente por su pecho, sin prisas, sin culpa… Porque solo quería eso en este momento. Regresé a su hombro y lo mordí con fuerza, arrancándole un gemido cuando me agarró el cabello y me obligó a enfrentarlo, besándome de nuevo, con fuerza. Me liberé del beso con una sonrisa y le di unos ligeros chupetones a lo largo de su cuello:
- ¿Cómo explicaré estas marcas mañana? preguntó en voz baja.
"No tienes a quien explicarle..." dije.
- Y tú, ¿me explicas cómo?
Me dio la vuelta y sentí su polla erecta mientras mordía suavemente mis hombros, quitando los tirantes de mi vestido y moviéndose hacia abajo mientras chupaba la longitud de mi espalda.
- No puedo creer que hayas venido a cenar sin sostén con el conductor. – observó, volteándome hacia él mientras me admiraba. – Serás castigado por ello. - Dijo mordiendo los pezones endurecidos con algo de fuerza y luego lamiendo, haciéndome gemir.
Su boca recor