Lara
Después de almorzar y entrenar un poco más, regresamos al pueblo del dulmo. Dormí y luego cené, pero ahora todo se siente tenso en la casa del líder.
Los tres nos miramos con recelo, con escepticismo, como si expresáramos con nuestros gestos y nuestro lenguaje no verbal las sospechas que nos tenemos.
Arion no mencionó nada.
Al parecer quiere descubrir por sí solo lo que está sucediendo y no haría ni diría algo que pusiera al líder en sobreaviso. Simplemente mantiene la fachada con su máscara, yo con mi disfraz, y fingimos que estamos preocupados por los asaltos, cuando en verdad el asalto es solo una parte de todo lo que está aconteciendo.
Hay algo turbio que, imagino, es la razón detrás de esos ataques.
—Tengo a algunos espías investigando al líder Lianch. Entretanto, nos mantendremos en bajo perfil hasta que podamos descubrir lo que está sucediendo —me aborda Arion en el jardín—. Después del desayuno, diré que iremos a dar un paseo por el bosque, pues necesito que vuelvas a rec