Capítulo 64
Killiam

Tras todo un día viajando a caballo, me detengo en una manada pequeña y uso mi anillo real para cargar los gastos a mi cuenta de alfa.

Los trabajadores de aquella posada sencilla me observan estupefactos e incrédulos de que un rey esté solicitando sus servicios, y se apresuran a atenderme.

Ya la mañana está avanzada y no he comido nada desde ayer temprano, que fue cuando salí de Luna Carmesí.

Estoy famélico y muy cansado.

—Rey alfa, disculpe la sencillez de la habitación. Es la mejor que tenemos y es privada —me dice la posadera con gestos reverentes.

—Para mí está bien —le digo con una sonrisa que la hace sonrojar—. Necesitaré ropa limpia y comida; carguen todo a mi cuenta.

Ella asiente y me deja solo.

Lo primero que hago es bañarme y lavarme los dientes; luego me tiro en la cama, desnudo, pues no tengo qué ponerme y estoy muy cansado.

No sé por cuánto duermo, pero me levanto renovado.

Me traen comida y ropa, y, una vez satisfecho y vestido, decido salir a caminar por la mana
Angie Pichardo

Este... Sin palabras. Por cierto, pondré un apartado gratis para que Arion responda a sus preguntas.

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