Lara

El clima está perfecto: fresco, con el cielo despejado y el cantar de los pajaritos celebrando la mañana.

Sin embargo, mi incomodidad contrasta con dicho escenario.

¡No soporto esta peluca!

Aparte de que me siento presa en esta identidad que no me pertenece. Todavía me queda esa sensación amarga de cuando me miré en el espejo y no me reconocí.

Arion usó su habilidad para cambiarme el color de los ojos a un tono oscuro, efecto que durará por el tiempo que estemos en dicha actividad.

También tengo el rostro tapado con un velo dorado desde donde empieza la nariz, y llevo puesto un vestido del mismo color con detalles elegantes, pero de apariencia demasiado glamurosa para mi gusto.

A eso se le suma la peluca de cabello rojizo, rizado y abundante.

Me siento otra persona.

Bueno, ese es el objetivo, por más fastidioso que me resulte.

Pero eso no es lo más incómodo. Llevar este manto puesto me hace sentir atrapada. Por suerte, la temperatura está fresca.

Suelto un largo suspiro y observo